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martes, 2 de marzo de 2010

PENSAMIENTO SIEMPRE"POSITIVO"

Cada día más personas
deben aprender a convivir
con el cáncer. Los
afectados apelan a tratar
con mayor naturalidad la
enfermedad. Sin restarle su
impacto pero sin dramas.
La atención oncológica
empieza a cuidar los
aspectos que favorecen que
el paciente pueda manejar
mejor su dolencia
******************************************
Curar el cáncer es la prioridad, pero que el paciente
se sienta bien se ha convertido cada día más
en una obsesión”, dice el reconocido médico Josep
Baselga, quien dirige la oncología del hospital
público Vall d’Hebron de Barcelona, y el Instituto
Oncológico Baselga (IOB) en el hospital privado
Quirón.Aatajar el cáncer se dedican ingentes
recursos médicos y de investigación, pero en los últimos
años se ha comprendido que no sólo cuenta
la enfermedad, también cómo la vive el enfermo.
Hasta no hace mucho –aún hoy para algunos–,
cáncer era una palabra que no se pronunciaba por
miedo a que fuera sinónimo de muerte.Muchos
familiares ocultaban el diagnóstico al enfermo y
a los conocidos. En otoño, en el día dedicado a la
concienciación social sobre el cáncer de mama,
gAmis (Grup d’ajudamamai salut), una asociación
formada por afectadas de esta dolencia y profesionales
del hospital Clínic de Barcelona, difundía
un vídeo (véanse algunas de las imágenes) que
mostraba a mujeres operadas de tumores haciendo
turismo, disfrutando de un día de campo..., viviendo
cada una su vida. “Lo llamamos Proyecto Vida y
queríamos mostrar que, aunque se sufra cáncer, se
pueden hacer cosas y la vida continúa, aunque no
todos lleguen al final del camino”, resume la fisioterapeutaMontse
Gironés, integrante de gAmis.
Este cambio de visión se entiende en un modelo
sanitario en que el paciente tienemayor autonomía
y, sobre todo, cuando muchos enfermos deben
convivir con el cáncer porque sobreviven, sean
unos años o décadas –1,5 millones de españoles
viven actualmente tras haber superado un cáncer
y se diagnostican unos 180.000 casos al año, según
estimaciones de la Sociedad Española de OncologíaMédica
(SEOM)–. Cada día más, los profesionales
sanitarios y los afectados insisten en que se
debe asumir y vivir la enfermedad con lamayor
normalidad posible.Noes fácil, pero los servicios
oncológicos cuidan de manera creciente aspectos
diversos para facilitar esta convivencia.
“Que nadie se engañe ni banalice: la vida con
cáncer no es de color rosa. Es una enfermedad
muydura y el paciente sufre. Todos los enfermos
de cáncer padecen secuelas psicológicas y algunos,
físicas. Se trata de pasar la enfermedad de la mejor
manera posible y en eso los servicios sanitarios
también debemos ayudar, porque el paciente tiene
muchas y diversas necesidades”, explica el gerente
del IOB, Sergio Mira. Este centro, que atiende a
2.500 pacientes, es uno de los pioneros en España
en la llamada atención integral, copiando el modelo
de algunos centros oncológicos estadounidenses
como el Sloan Kettering deNueva York.
En el centro Anderson deHouston (Texas), las
paredes están pintadas en tonos relajantes y la sala
de espera de los pacientes más jóvenes incluye un
cibercafé. El IOB diseñó unas consultas en que el
médico se sienta al lado del paciente, no al otro
lado de la mesa; y las salas de espera son como salas
de estar o la biblioteca de casa. Algunos pacientes
tienen incluso marcado el punto de lectura en los
libros. Los enfermos oncológicos pasan mucho
tiempo en las consultas médicas y los servicios
oncológicos intentan que el entorno del paciente
sea más acogedor.
Ala vez que los tratamientos devienen más
eficaces y más personalizados, también son más
ambulatorios (en algunos casos el tratamiento de
quimioterapia ya consiste en tomar una pastilla
en casa) y menos tóxicos, lo que reduce los efectos
secundarios y facilita sobrellevar mejor la enfermedad.
De ahí la importancia de que todos los
pacientes puedan acceder a los avances médicos.
Nomenos importante es el equipo asistencial. En
el IOB presumen de ser como una segunda familia
que, desde oncólogos y cirujanos hasta enfermería,
pasando por psicólogos o fisioterapeutas…,
arropan al paciente.AMira le gusta decir que le
aligeran el peso durante la travesía que es la enfermedad.
Tanto si el viaje acaba bien como mal.
Cada día más personas
deben aprender a convivir
con el cáncer. Los
afectados apelan a tratar
con mayor naturalidad la
enfermedad. Sin restarle su
impacto pero sin dramas.
La atención oncológica
empieza a cuidar los
aspectos que favorecen que
el paciente pueda manejar
mejor su dolencia
Curar el cáncer es la prioridad, pero que el paciente
se sienta bien se ha convertido cada día más
en una obsesión”, dice el reconocido médico Josep
Baselga, quien dirige la oncología del hospital
público Vall d’Hebron de Barcelona, y el Instituto
Oncológico Baselga (IOB) en el hospital privado
Quirón.Aatajar el cáncer se dedican ingentes
recursos médicos y de investigación, pero en los últimos
años se ha comprendido que no sólo cuenta
la enfermedad, también cómo la vive el enfermo.
Hasta no hace mucho –aún hoy para algunos–,
cáncer era una palabra que no se pronunciaba por
miedo a que fuera sinónimo de muerte.Muchos
familiares ocultaban el diagnóstico al enfermo y
a los conocidos. En otoño, en el día dedicado a la
concienciación social sobre el cáncer de mama,
gAmis (Grup d’ajudamamai salut), una asociación
formada por afectadas de esta dolencia y profesionales
del hospital Clínic de Barcelona, difundía
un vídeo (véanse algunas de las imágenes) que
mostraba a mujeres operadas de tumores haciendo
turismo, disfrutando de un día de campo..., viviendo
cada una su vida. “Lo llamamos Proyecto Vida y
queríamos mostrar que, aunque se sufra cáncer, se
pueden hacer cosas y la vida continúa, aunque no
todos lleguen al final del camino”, resume la fisioterapeutaMontse
Gironés, integrante de gAmis.
Este cambio de visión se entiende en un modelo
sanitario en que el paciente tienemayor autonomía
y, sobre todo, cuando muchos enfermos deben
convivir con el cáncer porque sobreviven, sean
unos años o décadas –1,5 millones de españoles
viven actualmente tras haber superado un cáncer
y se diagnostican unos 180.000 casos al año, según
estimaciones de la Sociedad Española de OncologíaMédica
(SEOM)–. Cada día más, los profesionales
sanitarios y los afectados insisten en que se
debe asumir y vivir la enfermedad con lamayor
normalidad posible.Noes fácil, pero los servicios
oncológicos cuidan de manera creciente aspectos
diversos para facilitar esta convivencia.
“Que nadie se engañe ni banalice: la vida con
cáncer no es de color rosa. Es una enfermedad
muydura y el paciente sufre. Todos los enfermos
de cáncer padecen secuelas psicológicas y algunos,
físicas. Se trata de pasar la enfermedad de la mejor
manera posible y en eso los servicios sanitarios
también debemos ayudar, porque el paciente tiene
muchas y diversas necesidades”, explica el gerente
del IOB, Sergio Mira. Este centro, que atiende a
2.500 pacientes, es uno de los pioneros en España
en la llamada atención integral, copiando el modelo
de algunos centros oncológicos estadounidenses
como el Sloan Kettering deNueva York.
En el centro Anderson deHouston (Texas), las
paredes están pintadas en tonos relajantes y la sala
de espera de los pacientes más jóvenes incluye un
cibercafé. El IOB diseñó unas consultas en que el
médico se sienta al lado del paciente, no al otro
lado de la mesa; y las salas de espera son como salas
de estar o la biblioteca de casa. Algunos pacientes
tienen incluso marcado el punto de lectura en los
libros. Los enfermos oncológicos pasan mucho
tiempo en las consultas médicas y los servicios
oncológicos intentan que el entorno del paciente
sea más acogedor.
Ala vez que los tratamientos devienen más
eficaces y más personalizados, también son más
ambulatorios (en algunos casos el tratamiento de
quimioterapia ya consiste en tomar una pastilla
en casa) y menos tóxicos, lo que reduce los efectos
secundarios y facilita sobrellevar mejor la enfermedad.
De ahí la importancia de que todos los
pacientes puedan acceder a los avances médicos.
Nomenos importante es el equipo asistencial. En
el IOB presumen de ser como una segunda familia
que, desde oncólogos y cirujanos hasta enfermería,
pasando por psicólogos o fisioterapeutas…,
arropan al paciente.AMira le gusta decir que le
aligeran el peso durante la travesía que es la enfermedad.
Tanto si el viaje acaba bien como mal.

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